Comunicado
El Palmarcito, Pijijiapán; Chiapas.- Hace
más de 17 años un gobierno por primera vez volteó su mirada a los pescadores de
Chiapas. En la comunidad El Palmarcito en Pijijiapán, una demanda añeja de
pescadores, que perdían su producción por la falta de vías de comunicación
eficientes, generaba tensiones.
El
gobierno de Pablo Salazar construyó e inauguró el puente y con ello detonó la
economía y el desarrollo para una vida mejor de los cientos de pescadores de
este lugar. Hoy es el símbolo de reconciliación entre dos comunidades, que por
años estaban divididas por un “capricho” de la naturaleza.
Desde
esa pesquería, Salazar Mendiguchía invitó a todos los chiapanecos a
reconciliarse con los valores humanos que deben inculcarse desde temprana edad
en los niños.
Ahí
también se refirió a los partidos políticos, de quienes dijo que hoy en día han
contribuido a generar entre los chiapanecos, nuevas divisiones mediante la
antidemocrática práctica de la compra de votos.
Enfatizó:
“es necesario retornar a la buena política en la que no tiene cabida la venta
de conciencias y de votos”.
Afirmó
que la esperanza no puede depositarse en un partido político, ni encarnar en un
solo personaje, como hoy en día se pretende.
Quienes
eso divulgan engañan a la gente asegurando que ellos solos tienen el poder para
transformar al país. Reiteró que la verdadera esperanza está en la gente y son
los únicos que tienen el poder para cambiar a México.
Bajo
un incesante calor y amenizado por las notas del "Corrido de la Esperanza
" del compositor Teodoro Bello, la comunidad de pescadores, que también
congregó a representaciones de #Mapastepec y #Tonalá, recibió al ex gobernador
en un ambiente cálido y festivo, como a uno de los suyos.